Siempre nos han insistido que personalizar nuestros productos o servicios es muy importante para solucionar las necesidades del cliente, pero, lo cierto, es que centrarnos en ese único objetivo sería un error de bulto.
Diversos estudios psicológicos sobre el comportamiento del consumidor han demostrado que le encantan las sorpresas, y valoran mucho más aquello que descubren a través del azar. A esto es lo que conocemos como serendipia.
La serendipia puede jugar un papel fundamental en la satisfacción del consumidor
El mismo estudio manifestó que la serendipia aumenta el disfrute y la satisfacción del consumidor.
Un gran ejemplo es Netflix: con su categoría “Ver cualquier cosa” están apostando por la serendipia, ya que las estadísticas demostraron que se puede elevar entre un 10% y un 25% la satisfacción del consumidor.
El factor sorpresa funciona muy bien en las estrategias de marketing
La serendipia es la antítesis de la elección. En ese sentido, los productos que acaban en nuestras manos por serendipia, terminan gustándonos más, ya que no nos ha costado tanto elegirlo ni encontrarlo.
En términos más técnicos, esto tiene que ver con la “fatiga de elección”, algo que sucede actualmente debido a la cantidad abrumadora de información que existe en el mercado al momento de hacer una compra.
Por tanto, te recomendamos que en el momento de diseñar tu estrategia de marketing también le encuentres un hueco a la serendipia. Es más, procura generar ofertas y momentos que provoquen “el factor sorpresa” y que sean capaces de influir en la decisión de compra de tus clientes potenciales.
En cambio, en todos los oficios no funciona la serendipia. ¿Y en cuáles sí funciona? Pues bien, funciona sobre todo en todos los que tengan que ver con la música, el cine, los dulces o el entretenimiento.
Además, la serendipia no irá ligada al marketing cuando la experiencia de compra vaya ligada a un elemento experto, como suele pasar con el sector de la salud, o en donde la decisión de compra es clara y concisa.
Consejos para ser serendípedo al trabajar tus estrategias de marketing
- Estudia el mercado: mantente atento a lo que ocurre en el sector.
- Vigila tu competencia: es importante que estés atento a tus competidores directos e indirectos.
- Escucha a tus clientes: conócelos, entiéndelos, escúchalos…
- Piensa fuera de la caja: innova y busca el factor sorpresa que podrías ofrecer en tu negocio.